A pesar de que para los alemanes la cerveza sigue siendo indiscutiblemente la bebida preferida, "los éxitos de ventas siguen siendo vainilla, chocolate, fresa, stracciatella y yogur", según las mismas fuentes.
El rechazo a los helados de cerveza es un hecho curioso en ese país, donde la bebida de cebada se consume durante todo el año y a cualquier hora. Además, los precios son muy asequibles e incluso suelen ser inferiores a los del agua en los bares y restaurantes.
Sin embargo, los helados con sabores extraños, como el de cerveza "interesan más a los periodistas que a los consumidores", consideran los fabricantes.
Alemania es un país muy aficionado a los helados y ya no sólo se consumen en verano, sino que la temporada dura casi todo el año.
Tomado de La Segunda
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