La Food and Drug Administration amonestó a General Mills, fabricantes de los famosos cereales para bebés Cheerios, por decir algo que no le corresponde: que baja el colesterol.
Si no quiere pagar una multa millonaria, General Mills deberá cambiar el mensaje y hasta el diseño de la caja. La semana pasada la FDA envió una carta a General Mills con una seria reconvención por haber violado una regla de oro: dicen, en la caja, que los Cheerios pueden bajar el colesterol de 4% a 6% en seis semanas (ver la foto). La carta de la FDA acusa a la marca – la más popular para bebés que comienzan a comer – que sobre la base del argumento que figura en la caja, debe ser tratada como una droga y no como un alimento. “Según lo que la compañía dice en la caja del producto, los Cheerios Toasted Whole Grain Oat Cereal, esta repartición entiende que se los promociona por condiciones que los convierten en dropa, porque dice que el producto sirve para prevenir, mitigar y tratar una enfermedad”. Y las drogas están sometidas a una fuerte regulación por la FDA. En los últimos dos años, General Mills invirtió muchos millones en una campaña de marketing que posiciona a la marca sobre la base de su capacidad para reducir el colesterol.
Pero aunque ahora se la obligue – a la luz de estos acontecimientos – abandonar ese posicionamiento, ya podría estar demasiado marcada como para ser olvidada. El negocio publicitario en su totalidad toma el caso General Mills como una advertencia general. La FDA está leyendo con mucha dedicación las promesas y afirmaciones que hacen productos de todo tipo sobre la salud de la gente. El año pasado envió 43 cartas a anunciantes y en los cuatro meses y medio que van de este año, 39.
Tomado de Mercado.
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