Empecemos de a pocos. En primer lugar, veamos que son las aflatoxinas. Estas son toxinas producidas por el genero de hongos del género Aspergillus que crece en granos, en semillas y en las legumbres. Estos tomaron importancia a partir de la década de los 60 donde más de 100,000 aves murieron en Escocia por su culpa, alimentadas con maní contaminada. El hongo se puede encontrar en el suelo o en el aire e infecta los cultivos antes de la cosecha, así que la resistencia de la planta es una estrategia para eliminar las aflatoxinas. Las aflatoxinas son consideradas como uno de los más potentes agentes cancerígenos.
Ahora bien, toda esta introducción se debe a que el ARS (Servicio de Investigación Agrícola de EEUU, las siglas obviamente en inglés) ha anunciado el registro de seis nuevas líneas de semillas de maíz resistentes a las aflatoxinas.
Encontrado en el suelo, en cultivos y en el aire, A. flavus infecta los cultivos susceptibles antes de la cosecha, así que la resistencia de la planta huésped es una estrategia ampliamente explorada para eliminar las aflatoxinas. Los colaboradores primero estudiaron y luego combinaron las líneas de maíz con el mejor resistencia a aflatoxina en EE.UU. con aquellas encontradas en África Central y África Occidental
"Las seis líneas han demostrado una buena resistencia a la acumulación de aflatoxinas en pruebas de laboratorio y de campo", dijo el patólogo de plantas Robert Brown, investigador del ARS.
El científico estadounidense aclaró que las semillas están disponibles para usarse tanto en Estados Unidos como en otros países del mundo, bien sea para los programas de mejoramiento de los países o para la siembra por parte de los cultivadores en todas las áreas disponibles del mundo. La contaminación del maíz con aflatoxinas causa altas pérdidas económicas y de recursos naturales para los cultivadores y es un peligro potencial a la salud de los humanos y los animales.
Fuentes: ARS, Portafolio y Foyel.
1 comentario:
muy bueno
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