(EFE).- La empresa aceitera Fino, del Grupo Romero, advirtió que el fin de semana dejará de operar su segunda planta en Bolivia, debido a la crisis provocada por un decreto que prohíbe exportar ese producto.En declaraciones a la prensa local, el gerente general de Industrias de Aceite Fino S.A. (IASA), Jorge Rada, confirmó que el fin de semana parará sus operaciones la planta de extracción de aceites situada en la región oriental de Santa Cruz.
Esta aceitera, como otras del país, afrontan el problema de tener sus silos y depósitos casi al límite porque hace casi un mes el presidente Evo Morales prohibió la exportación del producto con el argumento de que su precio era muy elevado y debía garantizarse la provisión del mercado interno."Los silos ya están saturados porque la planta ya no tiene capacidad para moler soja y extraer aceite crudo, que se destina fundamentalmente a la exportación", dijo Rada.
A principios de esta semana, Fino también paró sus actividades en una planta de producción de aceites comestibles en la ciudad central de Cochabamba, tras lo cual el presidente Morales amenazó en esa misma región con nacionalizar las empresas que frenen operaciones.
El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, dijo hoy, en una entrevista al canal de televisión PAT, que el Gobierno no ha descartado la nacionalización de la industria aceitera, pero que prefiere hablar de la necesidad de dialogar con los empresarios sobre sus precios.
De hecho, anunció que el ministro de Producción, Javier Hurtado, ha convocado a una reunión para hoy con los empresarios aceiteros para hablar sobre precios homogéneos del aceite en todo el país y otras reglas, lo que permitiría modificar el decreto de prohibición de exportación.
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