Productores de tomate de Florida (sur), que lideran la producción de Estados Unidos con casi la mitad de los cultivos, intentaban hoy recuperarse del duro golpe asestado al sector por la aparición del virus de la salmonella y ya calculan pérdidas por unos 500 millones de dólares.
Cultivadores, empaquetadores y distribuidores regresaron a la actividad y comenzaron a entregar rápidamente mercadería este miércoles a restaurantes y comercios después de que la agencia estadounidense de alimentación (FDA) determinó que los tomates de Florida no estaban contaminados y pueden consumirse sin riesgos.
"El impacto (de la aparición de la enfermedad) ha sido enorme, y el perjuicio para la industria es inmenso. Los cultivadores estiman que a largo plazo la pérdida económica puede llegar a los 500 millones de dólares", dijo Lisa Lochridge, directora de relaciones públicas de la asociación de cultivadores de tomate de Florida.
Esa cifra, calculada sobre los efectos en la producción, en las ventas y los negocios, es casi el equivalente a las ganacias que los productores de tomate de Florida obtienen en un año. En el último ejercicio 2006/2007, la cifra de ganancias del sector fue de 464 millones de dólares, informó la entidad.
Varias cadenas de restaurantes en Estados Unidos, entre ellos McDonald`s, Chipotle Mexican Grill, sacaron en los últimos días los tomates de sus menús, mientras que compañías minoristas como Winn-Dixie y Wal-Mart dejaron de venderlos en sus verdulerías.
"El alerta de la FDA a los consumidores provocó un colapso en el mercado del tomate", comentó Lochridge. Y mientras se extendía el pánico, la cadena de producción quedó detenida: "Los cultivos quedaron en los campos, en los centros de empaque y en el sistema de distribución" agregó.
Estados Unidos es el segundo productor mundial de tomate y Florida, su principal centro de producción. Los principales campos de cultivo de tomate en el estado sureño están en las afueras de Tallahassee, Tampa, Fort Myers, Naples y al sur de Miami.
La aparición del virus de salmonella impactó en la industria del tomate en diecisiete estados del país, especialmente en la región del oeste.
"El impacto (de la aparición de la enfermedad) ha sido enorme, y el perjuicio para la industria es inmenso. Los cultivadores estiman que a largo plazo la pérdida económica puede llegar a los 500 millones de dólares", dijo Lisa Lochridge, directora de relaciones públicas de la asociación de cultivadores de tomate de Florida.
Esa cifra, calculada sobre los efectos en la producción, en las ventas y los negocios, es casi el equivalente a las ganacias que los productores de tomate de Florida obtienen en un año. En el último ejercicio 2006/2007, la cifra de ganancias del sector fue de 464 millones de dólares, informó la entidad.
Varias cadenas de restaurantes en Estados Unidos, entre ellos McDonald`s, Chipotle Mexican Grill, sacaron en los últimos días los tomates de sus menús, mientras que compañías minoristas como Winn-Dixie y Wal-Mart dejaron de venderlos en sus verdulerías.
"El alerta de la FDA a los consumidores provocó un colapso en el mercado del tomate", comentó Lochridge. Y mientras se extendía el pánico, la cadena de producción quedó detenida: "Los cultivos quedaron en los campos, en los centros de empaque y en el sistema de distribución" agregó.
Estados Unidos es el segundo productor mundial de tomate y Florida, su principal centro de producción. Los principales campos de cultivo de tomate en el estado sureño están en las afueras de Tallahassee, Tampa, Fort Myers, Naples y al sur de Miami.
La aparición del virus de salmonella impactó en la industria del tomate en diecisiete estados del país, especialmente en la región del oeste.
Actualización: Viernes 13 de junio
No solo los productores de EEUU han sido perjudicados según informa el diario mexicano El Universal en su edición en línea.
Se ‘pudren’ ventas de tomate mexicano en EUMientras cientos de toneladas de tomate mexicano permanecen varadas en la frontera de Texas con México, con riesgo de pudrirse, el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, aseguró que Estados Unidos carece de elementos para vincular al fruto nacional con la salmonelosis.
Aun así, los productores mexicanos ya resienten pérdidas; pedidos de grandes importadoras en Estados Unidos son suspendidos y cancelados; y cargas completas permanecen embodegadas en California y Texas, sin autorización para su liberación.
Sin embargo, el mismo diario actualiza la información:
Inició exportación después de epidemia, afirman horticultoresEn México, el tomate rojo está libre de salmonelosis, demostraron autoridades de Salud y productores [...], que ya comenzaron a resentir las pérdidas en miles de pesos por no poder exportar su producto.
En Estados Unidos “los casos aparecieron mucho antes de que empezáramos a exportar el producto y nos incluyeron en el paquete, pero nosotros ni en la jugada estábamos en ese tiempo”, explicó Mauricio Castañeda Castro, productor de tomate desde hace 30 años y socio de la empresa Berry Vegetables, ubicada en el poblado de San Quintín, de Mexicali, Baja California.
El empresario dijo que ya enviaron documentación a la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), en donde demuestran que los bajacalifornianos no exportaron tomate antes del 16 de abril, cuando se informó que había aparecido la bacteria de la salmonela en tomates frescos.
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