Ingerir espinacas para conseguir fuerza muscular adicional en momentos de necesidad, como hace Popeye el marino, podría no ser sólo cosa de dibujos animados. Un estudio publicado en Estados Unidos ha confirmado, casi 80 años después del nacimiento del legendario personaje animado de Elzie Crisler Segar, que las espinacas incrementan la síntesis de proteínas en el tejido muscular.
Aunque siempre se ha atribuido al hierro que contienen estos vegetales el efecto vigorizante del que se beneficia Popeye, en realidad se debe a otro componente: un tipo de esteroide, llamado fitoecdisteroide.
Según la investigación, realizada por científicos de la Universidad de Rutgers (EEUU) sobre cultivos celulares y publicada por la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry , los fitoecdisteroides provocan un aumento del 20% de la síntesis de proteínas en las fibras musculares en crecimiento, tanto en ratones como en seres humanos, lo que acaba traduciéndose en un incremento de la masa muscular.
Aunque siempre se ha atribuido al hierro que contienen estos vegetales el efecto vigorizante del que se beneficia Popeye, en realidad se debe a otro componente: un tipo de esteroide, llamado fitoecdisteroide.
Según la investigación, realizada por científicos de la Universidad de Rutgers (EEUU) sobre cultivos celulares y publicada por la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry , los fitoecdisteroides provocan un aumento del 20% de la síntesis de proteínas en las fibras musculares en crecimiento, tanto en ratones como en seres humanos, lo que acaba traduciéndose en un incremento de la masa muscular.
En ratones tratados con un extracto de espinaca la fortaleza física aumentó tras sólo un mes de tratamiento. Sin embargo, los autores de la investigación, encabezados por Ilya Raskin, consideran que el consumo de esta verdura no es una vía fácil para ganar fuerza en seres humanos, ya que para conseguir el mismo efecto habría que comerse un kilo al día.
Tomado de El Publico
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